domingo, 18 de marzo de 2012

Antología poética de Luis Cernuda




Conclusión personal del comentario y sobre su poesía

Este comentario me ha permitido aprender muchas cosas sobre la obra de Cernuda, las características de la Generación del 27, como unos escritores influencian a otros... y sobre todo me ha permitido conocer la poesía de Cernuda, apreciarla y analizarla.
Con este comentario he observado que la poesía de Cernuda está llena de sentimientos de tristeza y soledad que siente el poeta, el cual sabe plasmar perfectamente estos sentimientos en sus obras.

sábado, 17 de marzo de 2012

Línea del tiempo de la Generación del 27

Influencia de la poesía de Cernuda en la poesía española posterior


La obra de Luis Cernuda se ha convertido en un referente obligado para un buen número de poetas españoles posteriores a 1939 que asimilan su particular poética, aprovechan los géneros líricos por él cultivados (monólogo dramático, poesía de la experiencia, poema meditativo), emplean intertextualmente sus versos o se acercan a él en el tratamiento de ciertos temas. A veces es posible también observar su influencia en determinados rasgos de estilo. Uno de ellos es el singular empleo cernudiano de la segunda persona. La incesante búsqueda cernudiana de técnicas poemáticas con las que evitarla, para él deprimente exhibición sentimental y alcanzar de esta manera un distanciamiento y una objetividad de resultados estéticos superiores, le llevó a experimentar con procedimientos como el monólogo dramático de personaje histórico o como ese recurso característico del autor sevillano que es el empleo de la segunda persona para confesar sentimientos propios o de su personaje literario. Este uso persistente del como sustituto de la primera persona es una técnica de desdoblamiento que proviene del sentimiento de absoluta soledad del poeta. Esta soledad empuja a Cernuda a un diálogo consigo mismo que rompe ese enajenamiento que experimentó a lo largo de su vida, esa sensación de ser otro, un otro cercano al que dirigiste en segunda persona.
Motivación estética y motivación personal se aúnan por lo tanto en un recurso retórico empleado desde siempre y que en el siglo XX encuentra en Machado su primer representante.
La técnica de utilizar la segunda persona en la poesía va a pasar gradualmente a la poesía española de posguerra por medio de su influencia, y será curiosamente en los autores del 70 (si excluimos la figura de Francisco Brines), los coetáneos y marginados del grupo central, donde va a obtener sus mejores y más fieles aportaciones. Hasta la generación del 50, el uso de la segunda persona en sentido cernudiano es algo poco abundante. Y así sólo esporádicamente aparece en los poetas del grupo Cántico. García Baena se dirige en “El retorno” a un tú llamado Pródigo y que sería posible vincular con el autor.
En los poetas del 50, salvo en Brines, tampoco es muy frecuente esta técnica y sólo aparece aquí y allá y no necesariamente vinculada a Cernuda.
Caballero Bonald, por ejemplo, la utiliza en “Lo que deja el olvido” o en “A contratiempo”.
En El rey mendigo, libro tardío pero cernudiano de José Agustín Goytisolo, aparece alguna que otra vez la segunda persona, aunque sin la carga emotiva y sin su íntima necesidad de comunicación que rompa la soledad. Poemas como “Sin colmar tu tiempo” o “Preludio de una huelga general fracasada” son ejemplos en ese sentido.
En el caso de Defarges, que, quizás por intermedio de Brines o quizás por influencia directa de Cernuda, escribe poemas en segunda persona que retoman la línea meditativa, la capacidad de evocación, el deseo de distanciamiento, para evitar el fácil sentimentalismo, o el análisis psicológico de una persona solitaria, propio de tantos poemas de La realidad y el deseo.
Con todo, el poeta del 50 que recibe con mayor impacto esta técnica de Cernuda es, sin duda, Francisco Brines, que empieza a utilizarla desde Las brasas.
La sección “Otras mismas vidas”, está ocupada por una serie de poemas en segunda persona. Esta técnica sirve aquí fundamentalmente para evitar el patetismo en la evocación del pasado, aunque no se rechazan, como en Cernuda, sus posibilidades meditativas.
Pero es a partir de Palabras a la oscuridad, sobre todo, cuando Brines comienza a sacarle todo su partido al empleo del tú enmascarador.
Entre los miembros más conocidos de los poetas del 70 es Luis Antonio de Villena el que más se ha destacado en el cultivo y seguimiento de esta técnica típicamente cernudiana, sobre todo a partir de Hymnica. Sin embargo, es utilizada casi siempre, a diferencia del autor sevillano, como un más adecuado proyector de experiencias amorosas, para demorarse en la contemplación de la belleza y, también para contribuir a la creación de un personaje de la estirpe dandi, como en “Un arte de vida”.
Más fieles al sentido del tú cernudiano se muestran otros poetas coetáneos, marginados en un primer momento de la escena literaria, como Juan Luis Panero, Fernando Ortiz o Sánchez Rosillo.
Juan Luis Panero es, posiblemente, el que mejor ha asimilado la técnica cernudiana de la segunda persona, que emplea con abundancia y con sentidos variados y que es una constante de todos sus libros, sin bien la abunda especialmente en sus primeras obras.
También abunda en Panero el uso de la segunda persona como testimonio de soledad y extrañamiento, como adecuado artificio de auto análisis psicológico, valores todos aprendidos en Cernuda.
“Buenas noches”, de A través del tiempo, da testimonio así del dolor por la tristeza y el abandono, y en “Meditación idiota a la hora de acostarse solo” se aproxima Panero al soliloquio cernudiano, con su poner de manifiesto las contradicciones íntimas, con su juego de preguntas y respuestas y con la necesidad de inquerir el misterio de la vida y del destino personal de soledad.
También Fernando Ortiz ha sabido aprovechar el magisterio de Cernuda en el uso de la segunda persona. Pero en su caso, aunque no se desdeñe su empleo como medio de evocación o el rasgo meditativo, en general su aparición va envuelta con matices descriptivos y, fundamentalmente, es un vehículo de autorrefleción y exploración psicológica para mostrar la soledad y el extrañamiento.
Sánchez Rosillo se sirve muy frecuentemente en sus libros de esta técnica (aprendida en Cernuda y en otros poetas posteriores), sobre todo a partir de Páginas de un diario.
En este autor la segunda persona rara vez tiene ese acento imperativo que impregna la poesía de Cernuda y toma el valor o bien de evocación de momentos pasados, objetivando la emoción personal con el tú, o bien de preciso acompañante de una meditación que tiende a generalizarse.
Como en Cernuda, el tú remarca más si cabe la soledad de una persona que necesita hablarse a sí misma: “Modus vivendi” la presenta como consecuencia del rechazo hacia el medio social en que se desenvuelve el personaje poemático, pero en general es producto de su propia forma de ser.
Sánchez Rosillo introduce una variante poco utilizada en la segunda persona al modo de Cernuda y que consiste en emplearla como instrumento de meditación metapoética. El tú se convierte así o bien en una forma de aludir a la construcción del poema, a la espera de la inspiración o bien en un instrumento de confrontación entre dos formas de entender la poesía por el protagonista, o bien en un afrontar su destino de poeta.
Como queda mostrado, el artificio cernudiano, nacido de una necesidad personal y estética, ha atraído la atención de variados poetas posteriores a 1939, que de una manera gradual lo van incorporando a su propia obra. Y si el recurso es casi anecdótico hasta Brines, con ciertos poetas del 70, como los mencionados, se convierte en un poderoso elemento integrador, como ya lo fue en Cernuda que, a veces, con cierto peligro artístico se acerca a la consideración de manierismo.

Función del poeta en la sociedad y función de la poesía


En Historial de un libro podemos observar el paso de su infancia, su amistad con algunos miembros de su generación, sus primeros viajes por el extranjero, como fue su vida durante la Guerra Civil y su exilio permanente. Cernuda, aunque intenta no mostrar datos concretos sobre su intimidad, si que muestra al lector algunas de sus características así como una descripción de la que él cree que ha sido la progresión de su personalidad a lo largo de su vida. Esta progresión va ligada a su percepción de lo que debe ser la poesía y por tanto, los poemarios que va publicando.

En su segundo libro lo que Cernuda expresa es que ya en su juventud intuía cual sería su cometido como poeta, aunque no sabía como llevarlo a cabo. Ese cometido es plasmar en la escritura lo que ama, para dejar que otros lo amen también.
La belleza lo sorprende, lo aturde, y él necesita expresarse para liberarse y que otros puedan apreciar esta belleza que tanto le asombra a él. Pero esa labor requiere un entrenamiento paulatino y sutil, difícil de llevar a cabo: el avance progresivo en su técnica literaria y en su propio concepto de poesía.
El poeta elude con Historial de un libro toda elevación academicista de su literatura y se ofrece al lector a través de sus libros, íntegro en poesía y persona.
La función social de Cernuda va más allá del hábito de escribir y hacerlo con el conocimiento de técnicas y recursos literarios, sintácticos y gramaticales; su función se relaciona con la capacidad que él tiene para observar y analizar su entorno, con el objetivo de sintetizar su análisis en la expresión poética, cuyo resultado es el poema.
Por su función social, el poeta se parece al filósofo, aunque se expresa de forma diferente. El filósofo es teórico y se abre en su expresión, mientras que el poética es práctico y sintético, reduce su expresión en imágenes con las que sensibiliza a su lector o auditorio y a la vez enseña a percibir y a aprender la sabiduría. A pesar de esto, ambos poseen las bases, las herramientas, el carácter y el oficio para obtener conocimientos, procesarlos y compartirlos con quien sabe aproximarse.
Los poetas son sabios creadores de mundos que, si bien imaginarios, parten del análisis y síntesis de la realidad diaria en la que cada lector es sorprendido, en su ingenuidad, con la refulgante y certera voz de los poetas, quienes esgrimen sus palabras como espadas desenvainadas dese la capacidad de invención para liberar emociones, las de los autores, que por empatía terminan por hacer suyas los espectadores.



Generación del 27 y sus integrantes


Generación del 27
En el año 1927 se celebró un acto para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora. Acudieron a este acto escritores como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Jorge Guillén y Gerardo Diego. Más tarde se unirá a este grupo Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados y se formará el grupo conocido como “Generación del 27”. Estos escritores además tenían una serie de características comunes: semejante formación intelectual, todos aparecían en revistas literarias de la época, están influenciados por los mismos autores, tanto extranjeros como españoles. 
Además de todo esto hay que destacar la gran variedad de cada uno en su trayectoria literaria personal. Con todo, sino un estilo común si puede apreciarse una coincidencia de gustos y afirmaciones estéticas, como por ejemplo el deseo de realizar una innovación de formas anteriores, su respeto por la tradición, no contradice su labor en la renovación de la lírica española.



Relaciones entre Cernuda y los componentes de la Generación del 27

Jorge Guillén: El primer libro lírico de Cernuda publicado en 1927, Perfil del aire, es atacado por Juan Ramón Jiménez, quien considera a este libro demasiado influido por Jorge Guillén.
Pedro Salinas: Fue profesor de Cernuda en la universidad y lo ayudó con alguna de sus publicaciones.
Rafael Alberti: Cernuda colabora en la revista Octubre, de Rafael Alberti y aparece en alguno de sus poemas.
Federico García Lorca: En 1930 asiste a diversas tertulias en compañía de Federico García Lorca y Vicente Aleixandre. Lorca le presenta a Serafín Fernández Ferro, quien es un amor no correspondido y el cuál le inspira dos obras. Cuando asesinan a su amigo Federico, escribe una elegía A un poeta muerto. Cernuda es autor de la obra crítica Estudios sobre poesía española contemporánea (1927) o Poesía y literatura, I y II, (1960 y 1964) que ha permitido revisar tópicos y estimaciones. En ella, Cernuda expresa su admiración Lorca. Además, Cernuda aparece en alguno de los poemas de este.
Gerardo Diego:Lo incluye en su Antología (1932).
Vicente Aleixandre: Lo conoce cuando viaja a Madrid en 1928 y en 1930 asiste a tertulias con él y con Lorca.
Manuel Altolaguirre: En 1926 colabora en Litoral, revista Malagueña de Manuel Altolaguirre y su esposa, a los que siempre les unirá una gran amistad, incluso en el exilio mexicano.

Cernuda es autor de la obra crítica Estudios sobre poesía española contemporánea (1927) o Poesía y literatura, I y II, (1960 y 1964) que ha permitido revisar tópicos y estimaciones. En ella, Cernuda reivindica a Campoamor, expresa su admiración por su amigo Federico García Lorca y enjuicia con severidad la obra de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas y Jorge Guillén..


Influencias de poetas anteriores y contemporáneos en su labor poética

Los poetas que más influyeron en Cernuda y su poesía fueron los siguientes:
  • Bécquer y los poetas que inician el Simbolismo (Paul, Verlaine, Baudelaire, Mallarmé, Paul Verlaine, Friedrich Hölderlin) Le aportan el concepto de poeta como un ser sobrenatural que tiene la capacidad de percibir lo que otros no pueden. 
  • Garcilaso: Influyó tanto por su métrica ( se aprecia en el libro Égloga. Elegía. Oda) como por sus temas (el amor, la visión idealizada de la naturaleza y la presencia de la mitología clásica).
  • Algunos poetas platónicos como T.S., Fray Luis de León, Eliot), le aportan la visión de la naturaleza como un mundo de orden y paz, frente al caos humano.
  • En Historial de un libro señala asimismo el influjo que ejercieron sobre él la poesía de los poetas metafísicos ingleses, la de Hölderlin y la de Constantino Kavafis.
    Junto a todas estas presencias de la tradición cultural europea, Cernuda también tiene en cuenta la obra de sus contemporáneos:
  • Los poetas del 27, que lo influencian con el Surrealismo.
  • Juan Ramón Jiménez influye en él por la visión subjetiva de la realidad y por la idea de que la verdadera literatura es aquella que se dirige a la esencia de las cosas, eliminando la superficialidad.

Comentario del poema "Para estar contigo"


Para estar contigo
Sé que a solas, aburrido
De estar vivo y quedar muerto,
Pasas el tiempo, o te pasa
El tiempo sin tú quererlo.
Pues el fuego no la anima
Sino en lumbre pasajera,
Entiende la paradoja
De tu existencia incompleta.
La luna a veces es clara,
El aire a veces es tibio,
El cuerpo joven tan puro
Como siempre, y tan perdido.
El sino te lleva, y puedes,
Si así lo quieres, pararle,
Cuando seguir cansa. Entonces
Eres dueño en lo que vale.
Luego la vejez alcanza,
Y con ella ese recelo
De una falla, ajena o tuya,
En el ciclo ya completo.
No digas que no esperabas
Todo ello en el principio,
Y acepta, como si iguales,
Lo esperado y lo vivido.


Este poema pertenece al libro Vivir sin estar viviendo, el cual tiene como característica esencial el deseo de retener lo que irremediablemente se nos está escapando. Vivir sin estar viviendo expresa perfectamente la existencia vicaria de nuestro poeta. En este libro es fácil detectar un descenso en su inspiración: el poeta, más que abrir nuevas rutas, apura posibilidades ya existentes.

El tema del poema es la oportunidad perdida. Hay personas que se quieren y no pueden estar juntas; sin embargo, existen parejas en las que uno de los dos no da el paso que debería dar. Pasada la oportunidad, sólo queda lamentarse cuando ya es demasiado tarde y no importa quién fue el culpable:
Luego la vejez alcanza,
Y con ella ese recelo
De una falla, ajena o tuya,

Cernuda siente que no hay nada que lo ilumine en su vida que lo ayude a continuar, ni si quiera tiene un amor correspondido y esto hacer que le queden aún menos ganas de vivir.

Llegados a este punto la vida se convierte en una rutina sin que seas capaz de hacer nada para evitarlo. Sin darte cuenta y, tal y como se plasma en el título tan significativo del libro en el que se incluye este poema, acabamos “viviendo sin vivir” momentos dignos de recordar, nuestra existencia se reduce tan solo a dejar que el tiempo pase. El poeta además plasma aquí el paso de su vida, ya que si por él fuera no viviría lo que está viviendo, está dejando que pase el tiempo sin hacer nada destacable en su vida:

Sé que a solas, aburrido
De estar vivo y quedar muerto,
Pasas el tiempo, o te pasa
El tiempo sin tú quererlo.

Este poema, como tantos de esta etapa próxima al final, Cernuda cambia la perspectiva al dejar de hablar de si en tercera persona para empezar a hacerlo consigo mismo en un diálogo tenso y fulminante. Tanto es así que, según el poeta Saint- John Perse existe en este poema una alusión al suicidio dirigida ya a sí mismo:

El sino te lleva, y puedes, - Si así lo quieres, pararle, - Cuando seguir cansa. Entonces - eres dueño en lo que vale».


En el poema aparecen los siguientes recursos literarios:
  • Paralelismo: Aparece en los versos 9 y 10. “La luna a veces es clara,/ El aire a veces es tibio,” En estos dos versos se aprecia una estructura semejante.
  • Aliteración: En este poema es muy frecuente el sonido “s”, que puede representar el silencio y la soledad que siente Cernuda al escribir el poema.
Además, en la estructura del poema se aprecia que la mayoría de las oraciones de un verso terminan en el verso siguiente.
Respecto a la medida de los versos todos son de 8 sílabas:


Sé-que_a-so-las,-a-bu-rri-do 8
De_es-tar-vi-vo_y-que-dar-muer-to,8
Pa-sas-el-tiem-po,_o-te-pa-sa 8
El-tiem-po-sin-tú-que-rer-lo. 8



Comentario del poema "Nevada"

Nevada
En el Estado de Nevada
Los caminos de hierro tienen nombres de pájaro,
Son de nieve los campos
Y de nieve las horas.
Las noches transparentes
Abren luces soñadas
Sobre las aguas o tejados puros
Constelados de fiesta.
Las lágrimas sonríen,
La tristeza es de alas,
Y las alas, sabemos,
Dan amor inconstante.
Los árboles abrazan árboles,
Una canción besa otra canción;
Por los caminos de hierro
Pasa el dolor y la alegría.
Siempre hay nieve dormida
Sobre otra nieve, allá en Nevada.


Este poema pertenece al libro Un río, un amor (1929), que tiene carácter surrealista. Sus circunstancias personales, la inestabilidad económica, profesional y social lo empujaron a buscar en el surrealismo la libertad que tanto ansiaba. Cernuda desea alejarse de la realidad que le rodea y por esto no duda en acudir a evocaciones tan alejadas como los paisajes, como hace en el poema que analizaremos a continuación. En este libro sobresalen dos aspectos: la ausencia de amor y la actitud desafiante y crítica con la sociedad que le margina.

En este poema, el poeta siente que su realidad no merece la pena vivirla, no le gusta y por eso desea evadirse y lo hace aquí viviendo la realidad que a él le gustaría como un sueño. Cernuda prefiere vivir pensando en esa fantasía que a él le gusta, que vivir disgustado en su propia realidad.

Cernuda en este poema se desdobla en un cuerpo en pena que, consciente de no encajar en su lugar providencial, se vuelve nostálgico de otras tierras, otros lugares en los que quizás su deseo, esa pregunta del deseo, pudiera encontrar respuesta; este lugar anhelado aparece en este poema, un lugar imaginario en donde el deseo homosexual es natural, natural con el sentido de “normalidad” y natural en la medida en que los elementos de la naturaleza tienden a desear a sus semejantes. Este deseo homosexual aparece metaforizado mediante elementos paisajísticos, el los que dos cuerpos iguales se abrazan, se besan... como en el siguiente fragmento de este poema:

Los árboles abrazan árboles,
Una canción besa otra canción;
Por los caminos de hierro
Pasa el dolor y la alegría.
Siempre hay nieve dormida
Sobre otra nieve, allá en Nevada.

Quizás por el estímulo del surrealismo, Cernuda se atreve a mostrar el carácter de su amor y de su deseo. Lo que en Primeras Poesías aparecía como un secreto, pasando por la descripción de la belleza de un cuerpo masculino, se vuelve aquí un secreto a voces. Esto diferencia una característica de la poesía de Cernuda, frente a otros poetas homosexuales que mantienen más borrosa su identidad sexual.

Quiere evadirse de la realidad porque no le gusta y para esto acude a los paisajes. También habla de la monotonía. En la adolescencia el amor es inconstante porque en esta época la gente no piensa en el amor como finalidad para agrandar tu familia, los amores vienen y cuando te cansas se van.

Además, en este poema resalta el tema amor, sobre todo en la siguiente estrofa:
Las lágrimas sonríen,
La tristeza es de alas,
Y las alas, sabemos,
Dan amor inconstante.
Aquí Cernuda plasma su idea de que la juventud es la etapa más feliz de la vida, ya que debido a la inocencia y a la inexperiencia de las personas a esta edad y al no ser conscientes de los problemas que existen en la vida son más felices. Además, a estas alturas de la vida uno piensa en tener diversos amores pasajeros, y no en tener un amor para toda la vida con el fin de estar siempre con esa persona y agrandar la familia. Desde el punto de vista de Cernuda, en esta etapa se es más feliz porque al no enamorarse no se entristecen por el amor.
En esta estrofa quiere decir que cuando encuentras el amor llega la felicidad a tu vida, y esa felicidad dura hasta que ese amor se va, momento en el que llega la tristeza y esta tristeza se convierte en lágrimas otra vez, por eso habla de las alas, por que según Cernuda el amor, al igual que la felicidad viene y va; estas alas dan un amor inconstante por este mismo motivo.

La estructura de este poema se puede considerar libre, quizás por la influencia francesa. No hay rima ni regularidad métrica.

En este poema pueden encontrarse las siguientes figuras retóricas:
  • Hipérbaton: En el 3º y 4º verso; “Son de nieve los campos/ y de nieve las horas” Se altera el orden lógico de los términos que constituyen la frase.
  • Hipérbole: Aparece en el 4º verso, “Y de nieve las horas”. Está haciendo una exageración.
  • Paralelismo: Aparecen en el 3º y 4º verso; “Son de nieve los campos/ y de nieve las horas”, ya que tienen una estructura sintáctica semejante.
  • Antítesis: Se aprecia en los versos 9 y 10; “Las lágrimas sonríen /La tristeza es de alas” . Aquí expone dos ideas contrarias, la alegría y la tristeza. En el verso 16 también hay un ejemplo de antítesis; “Pasa el dolor y la alegría.” Habla de dos palabras con significados opuestos, dolor y alegría.
  • Concatenación: En los versos 10 y 11; “La tristeza es de alas, /Y las alas, sabemos,”. En estos dos versos hay concatenación, ya que el verso 10 termina con “alas” y el 11 empieza con “Y las alas”.
  • Epanadiplosis: Aparece en los versos 13 y 14; “Los árboles abrazan árboles,/Una canción besa otra canción;”, Empiezan y terminan el verso con la misma palabra.
  • Personificación: En los versos 13 y 14; “Los árboles abrazan árboles,/Una canción besa otra canción;” Está personificando a los árboles y a las canciones, ya que dice que abrazan y besan respectivamente, acciones que son propias de las personas.
  • Metáfora: En el verso 15; “Por los caminos de hierro”.
  • Asíndeton: Hay asíndeton en todo el poema, como por ejemplo: “Y las alas, sabemos,”

Comentario del poema "Niño tras un cristal"

Niño tras un cristal.
Al caer la tarde, absorto
Tras el cristal, el niño mira
Llover. La luz que se ha encendido
En un farol contrasta
La lluvia blanca con el aire oscuro.
La habitación a solas
Le envuelve tibiamente,
Y el visillo, velando
Sobre el cristal, como una nube,
Le susurra lunar encantamiento.
El colegio se aleja. Es ahora
La tregua, con el libro
De historias y de estampas
Bajo la lámpara, la noche,
El sueño, las horas sin medida.
Vive en el seno de su fuerza tierna,
Todavía sin deseo, sin memoria,
El niño, y sin presagio
Que afuera el tiempo aguarda
Con la vida, al acecho.
En su sombra ya se forma la perla.

Este poema pertenece al libro Desolación de la Quimera, el cual se considera como una revisión de cuentas del poeta con su pasado. Al final, aquí lo encontramos solo, reflexivo, crítico, seco y amargo. No obstante, está sostenido aún por su voluntad de descubrir y rescatar lo humano esencial, cuya fe no ha perdido, y de vivir por ello y para ello, limpia y dignamente.

El tema del poema es la mirada cariñosa al estado anímico de un niño que está a punto de superar la infancia.
Aunque no es el tema fundamental, se puede apreciar un tema propio de la generación, el de civitas hominium, la ciudad como lugar agradable, confortable donde vivir. Mientras llueve, en invierno, el niño se encuentra envuelto en el calor de su habitación.
También se puede observar un tema peculiar de Luis Cernuda: La soledad en la que se encuentra el niño encerrado en su cuarto imaginando y viendo como cae la lluvia.
Cernuda rememora el momento previo a la superación de la infancia por parte de un niño, que puede ser él mismo. Por eso lo describe solo al anochecer en su habitación entreteniéndose con un libro, imaginando sus fantasías. En ese estado está aún en la infancia, donde aún no hay experiencias determinantes, ni anhelos ni envidias. Resalta estos momentos de paz antes de superar la infancia e introducirse en la vida consciente.

Este poema está formado por cuatro estrofas de cinco versos cada una y un verso final que por su significado funciona como conclusión o idea principal. Los versos son libres, no miden lo mismo ni riman entre ellos. Este uso fue frecuente por los escritores del grupo del 27. Este poema presenta una versificación sencilla, con muchos versos de arte menor. Los autores del 27 conjugan en perfecto equilibrio formas próximas a lo popular con otras novedosas o vanguardistas.
Es un poema descriptivo de un niño recogido en su habitación que ve a solas cómo anochece mientras se entretiene con un libro.


Según el contenido de este poema podemos distinguir varias partes:
  • Primera, segunda y tercera estrofa: Descripción del momento y el lugar en el que se haya el niño. Éste se encuentra en su habitación mirando cómo anochece y llueve. Ha terminado su jornada escolar y se entretiene mirando un libro.
  • Cuarta estrofa y verso final: El poeta resalta un momento de la inocencia del niño, que está a punto de hacerse mayor.

En este poema aparecen los siguientes recursos literarios:

  • Hipérbaton: Esta figura aparece en los versos 16 y 18 “ Vive en el seno de su fuerza tierna”, “todavía sin deseo”, “sin memoria”, “el niño”.
  • Paralelismo: Aparece en el verso 17: “todavía sin deseo, sin memoria, sin presagio. Se repite la misma estructura sintáctica y se incide en la descripción de la etapa infantil con esas características.
  • Personificación: En el verso 7. “La habitación a solas/le envuelve habilmente”. El confort de la habitación, su calor, le protege de la lluvia y viento que hace fuera.
  • Símil: Está en el verso 9, “El visillo...como una nube”. La blancura y dibujos del visillo le parece al niño una nube.
  • Metáfora: En este poema Cernuda utiliza muchas metáforas. Un ejemplo aparece en el verso 10, “ El visillo le susurra lunar encantamiento”. El visillo se mueve (el viento se cuela por la ventana) y ese sonido parece un susurro que le habla. Se resalta la soledad del niño: “ le habla el visillo, le protege la habitación”. Otro ejemplo aparece en el verso 12, “es ahora la tregua”, con esto se refiere al descanso, a la evasión de las tareas del colegio. En el verso 19 y 20 aparece también una metáfora; “El tiempo aguarda con la vida al acecho”, aquí se interpreta la superación de la infancia, que es inminente y en ese momento Cernuda lo presenta con temor. En el verso 21, “en su sombra la perla ya se forma” la metáfora es la esencia del carácter de la persona que se está fraguando en la niñez. Esa sensación de soledad ( y otros rasgos) se harán realidad de mayor.
  • Metonimia: Aparece en el verso 11, “El colegio se aleja”. Las tareas, el trabajo del alumno para estar atento y rendir en el colegio. Se utiliza el nombre del establecimiento, por lo que se hace en él.
  • Enumeración: En los versos 14 y 15; “ La noche, el sueño, las horas sin medida”. Tiempo que transcurre hasta volver al colegio. Con la expresión “ Horas sin medida” se resalta la libertad de esos momentos en contraposición a la disciplina del colegio.

Comentario del poema "Yo fui"

Yo fui
Yo fui.
Columna ardiente, luna de primavera,
Mar dorado, ojos grandes.
Busqué lo que pensaba;
Pensé, como al amanecer en sueño lánguido,
Lo que pinta el deseo en días adolescentes.
Canté, subí,
Fui luz un día
Arrastrado en la llama.
Como un golpe de viento
Que deshace la sombra,
Caí en lo negro,
En el mundo insaciable.
He sido.


El poema Yo fui forma parte del libro Donde habite el olvido que significa el choque continuo entre los sueños de felicidad y gozo del poeta y de la realidad amarga de la vida, lo que evoca un gran desengaño. En este poema se observa una brevedad tanto de contenido como de forma, catorce versos que parecen resumir las preocupaciones que acechan al poeta. Aquí también está presente Bécquer, en el título de una parte del libro La realidad y el deseo . Su sentido trascendental y esencial proviene de su vena romántica. Esta mirada al pasado señala su profunda insatisfacción presente ya que no se visualiza futuro alguno.

En este poema Cernuda resume brevemente el choque que se ha producido en su vida pasada entre La realidad y el deseo. El poeta estaba tan impregnado de esa idea que terminará dando nombre a toda su obra posterior a 1936: La realidad y el deseo. No sólo el poeta siente esas angustias, el autor piensa que esto es también es igual para todo hombre.

Lo primero que observamos en el poema es que se trata de una construcción circular cerrada, ya que el verso primero y el último son el mismo, además de dos formas verbales muy próximas pero con matices estilísticos que los diferencian. Las dos formas son “fui” y “he sido”. “Fui” sitúa la acción en un pasado alejado del presente que dependerá del tiempo (hora, día, semana, mes...). “He sido” señala una acción que hace de puente entre el pasado y el presente, es un pasado más reciente.
La estructura métrica se distingue por cierta regularidad métrica que viene de la distribución de las sílabas: lo que equivale al ritmo y a la musicalidad. La primera parte del poema posee versos más largos y llega hasta el verso seis, la segunda tiene versos más cortos y llega hasta el final. Esta distribución métrica se corresponde con la del contenido.
Las partes en las que se divide el poema son las siguientes:
  • En el verso “lo que pinta el deseo en días adolescentes”, un deseo que parece imposible de realizar y que además se sitúa en el pasado
  • Y el verso “En el mundo insaciable”
    Su adolescencia había pintado un mundo que no se corresponde con la realidad llena de angustias, de problemas, propios más bien de un ser atormentado al que el mundo no puede saciar sino decepcionar. Antes de que empiece el poema, el “ Yo fui” contiene todo lo que vendrá a decir después. Estas ideas esenciales del poema no está solamente destacadas por la estructura, por la métrica, por la situación de las palabras claves en el poema, si no que tanto las imágenes como lo términos que les dan cuerpo nos trazan la forma de ver de Cernuda.
    Al analizar el lenguaje del poema daremos una nueva iluminación al mismo. Tanto los adjetivos como los sustantivos se distribuyen en el texto en dos campos semánticos que se corresponden con ese sentido de lucha o dialéctica que tiene el poema.
    1. El de la luz:
    Observemos primero las palabras luna (verso 2), mar (verso 3), luz (verso 7), llama (verso 8). Estas palabras destacan la claridad, la luminosidad. Tienen una importancia considerable los calificativos que se refieren a los dos primeros (luna, mar) la luna es “de primavera” y el mar “dorado”. Tanto “luz” como “llama” añaden la característica de brillo a los ya señalados con anterioridad. Quizás con esto Cernuda quiere referirse a la pasión por vivir la vida propia de la juventud. La palabra “llama” sugiere también que nos hayamos en presencia del tema amoroso que simbólicamente ha tenido siempre el vocablo. Los adjetivos “ardiente” y “dorado” subraya aún más este tema. Todo sugiere el deseo de que algo nuevo surja, de que brille la esperanza: “la luz de primavera” (verso 3), “el amanecer” (verso 5), “en días adolescentes” (verso 6).
    2. El de la sombra:
    Frente a este deseo se interpone el mundo insaciable que se corresponde con el lado de la sombra: el golpe de viento que terminará apagando la llama de modo brusco, inesperado, repentino.
    El mismo esquema que hemos visto para las formas nominales aparece en las formas verbales agrupándose en los siguientes campos semánticos:
    1. “deseo”: Busqué, pensé, canté, subí, fui luz
    2. “la realidad”: Caí
La obsesión, la desesperanza, la angustia y el desasosiego impregnan todo el poema. Los versos de Cernuda son reiterativos e insistentes.
Frente al sentido romántico, ilusionado, lleno de posibles placeres y amores se halla el mundo hostil, desapacible, desarraigado y solo. Cernuda siente que el mundo que le ha tocado vivir es negro e “insaciable” de negrura. No hay lugar para la esperanza ni para el futuro, puesto que el presente no existe, solo queda el pasado, tal como nos lo dice Luis Cernuda.
En este poema aparecen los siguientes recursos literarios:
  • Asíndenton: Este poema se caracteriza por la falta de nexos en las frases, como en estos versos:
    Columna ardiente, luna de primavera,
    Mar dorado, ojos grandes.
    - Enumeración: En este poema hay una clara enumeración, como por ejemplo en los versos mostrados anteriormente.
    Cernuda no utiliza ninguna regla concreta para la medida de sus versos, son libres, no hay rima ni un número concreto de sílabas en cada verso.

La obsesión, la desesperanza, la angustia y el desasosiego impregnan todo el poema. Los versos de Cernuda son reiterativos e insistentes.
Frente al sentido romántico, ilusionado, lleno de posibles placeres y amores se halla el mundo hostil, desapacible, desarraigado y solo. Cernuda siente que el mundo que le ha tocado vivir es negro e “insaciable” de negrura. No hay lugar para la esperanza ni para el futuro, puesto que el presente no existe, solo queda el pasado, tal como nos lo dice Luis Cernuda.



viernes, 16 de marzo de 2012

Evolución poética de Cernuda

Desde 1936 Cernuda reunió sus libros de poemas bajo el único título de La realidad y el deseo, título que resume temáticamente el núcleo central de su obra poética. La última edición de esta obra fue publicada un año después de su muerte en México, en 1963.
La evolución poética de Luis Cernuda sigue un curso continuado, sin grandes altibajos y muy ceñido a su curso biográfico. Su poesía es muy unitaria, no es fácil distinguir etapas.
Pese a esto, podemos distinguir dos etapas en su obra separadas por la línea divisoria temporal de 1936, año en el que aparece la primera edición de La Realidad y el Deseo.
La primera etapa estaría articulada en tres fases:
  • La fase inicial, en la que incluiría los libros Perfil del aire y Égloga. Elegía. Oda.
  • La surrealista, integrada por Un río, un amor y Los placeres prohibidos.
  • La tercera fase es de carácter neorromántico, compuesta por Donde habite el olvido.
    En la segunda etapa, se establecen dos fases:
  • La poesía de guerra, escrita entre 1936 y 1939.
  • La poesía de exilio, iniciada con Las nubes en 1940.
    Desde otro punto de vista, el de Octavio Paz, el carácter unitario de la poesía de Cernuda es básico, se entiende como una autobiografía espiritual del poeta y como un testimonio de la situación del hombre moderno. En ese proceso vital, Octavio Paz establece cuatro momentos diferentes:
  • Adolescencia, aprendizaje poético y maestría: Perfil del aire y Égloga. Elegía.Oda.
  • Juventud, blasfemia, rebeldía, pasión y amor al amor: Un río, un amor, Los placeres prohibidos, Donde habite el olvido.
  • Madurez, contemplación de los poderes terrestres y meditación sobre las obras humanas: Invocaciones, Las nubes, Vivir sin estar viviendo, Como quien espera el alba.
  • Límite con la vejez, mirada precisa y reflexiva: Con las horas contadas,Desolación de la Quimera

jueves, 15 de marzo de 2012

Obra no poética



Su obra no poética está compuesta por cinco narraciones: una obra de teatro, (la única que consiguió terminar frente a munchos intentos), otra comedia inacabada, un diario de viaje, (con unas anotaciones y páginas de diario que aparecen en la edición posteriormente), además de dos traducciones shakespearianas que aparecen en el libro dedicado a la poesía La realidad y el deseo en el que también figuran traducciones de poetas franceses, ingleses y del alemán, Hölderlin. Ha publicado además muchos artículos, colaboraciones en revistas y cuatro libros de ensayos poéticos: Variaciones sobre tema mexicano (1952), Estudios sobre poesía española contemporánea (1957), Pensamiento poético en la lírica inglesa (siglo XIX) Poesía y literatura I y II en 1960 y 1964 respectivamente, Crítica, Ensayos y evocaciones (1970). Sus prosas poéticas son Ocnos y Variaciones sobre Tema.



jueves, 8 de marzo de 2012

Biografía


Luis Cernuda
Su educación fue rígida debido al carácter y a la condición militar de su padre. Con motivo de la traslación de los restos de Bécquer a los nueve años de su edad, empieza a leer poesía y más tarde empieza a escribir, animado por un profesor. Empezó a estudiar derecho en la Universidad de Sevilla en 1919, siendo Pedro Salinasuno de sus profesores, quien lo ayudó con sus primeras publicaciones. En 1923 deja la Universidad de Sevilla para hacer el servicio militar e ingresa en el Regimiento de Caballería de Sevilla. Asiste con Higinio Capote y Joaquín Romero Murube a las tertulias literarias organizadas por Salinas, lee a los clásicos españoles y a autores franceses, especialmente André Gide, que supone para él una revelación. En 1925 conoce a Juan Ramón Jiménez y publica sus primeros poemas en Revista de Occidente. En 1926 viaja a Madrid; colabora en La Verdad, Mediodía y Litoral. Lee a los surrealistas franceses y le influyen en especial Pierre Reverdy y Paul Éluard; a este último lo traducirá más tarde.Su obra no poética está compuesta por cinco narraciones: una obra de teatro, (la única que consiguió terminar frente a munchos intentos), otra comedia inacabada, un diario de viaje, (con unas anotaciones y páginas de diario que aparecen en la edición posteriormente), además de dos traducciones shakespearianas que aparecen en el libro dedicado a la poesía La realidad y el deseo en el que también figuran traducciones de poetas franceses, ingleses y del alemán, Hölderlin. Ha publicado además muchos artículos, colaboraciones en revistas y cuatro libros de ensayos poéticos: Variaciones sobre tema mexicano (1952), Estudios sobre poesía española contemporánea (1957), Pensamiento poético en la lírica inglesa (siglo XIX) Poesía y literatura I y II en 1960 y 1964 respectivamente, Crítica, Ensayos y evocaciones (1970). Sus prosas poéticas son Ocnos y Variaciones sobre el Tema.
En 1927 publica su primer libro lírico, Perfil del aire , pero es atacado por Juan Ramón Jiménez, quien considera a este libro demasiado influido por Jorge Guillén. En diciembre asiste a los actos celebrados en el Ateneo de Sevilla con motivo del tercer centenario de la muerte de Góngora, pero sólo como oyente, aunque ya había conocido a varios miembros de la que después sería denominada Generación del 27.
Después de fallecer su madre, va a Madrid, donde conoce a Vicente Aleixandre.
Se traslada luego a Madrid en 1929 y allí trabaja en la librería de León Sánchez Cuesta. Asiste a diversas tertulias en compañía de Vicente Aleixandre y de Federico García Lorca; este último le presenta a Serafín Fernández Ferro y Cernuda se enamora de él, pero este no le corresponde, solo cuando necesita su dinero. Este amor insatisfecho inspirará sus libros Donde habite el olvido y Los placeres prohibidos. Cernuda se involucra en el proyecto de las Misiones pedagógicas gracias al cuál conoce a Ramón Gaya y a Gregorio Prieto. Además, colabora en la revista Octubre de Rafael Alberti (1933). Al año siguiente publica Donde habite el olvido y visita otra vez Málaga. Colabora en la revista Cruz y Raya de José Bergamín. En 1936 publica la primera edición de La realidad y el deseo.
Le escribió una elegía a Federico García Lorca cuando se enteró de que había muerto. Pasó dos meses como agregado de la Embajada Española en París y vuelve a Madrid, donde se alista en el Batallón Alpino. En abril de 1937 se traslada a Valencia, donde colabora con Hora de España y publica la elegía que había escrito a Lorca. En el II Congreso de Intelectuales Antifascistas, en el que participa, conoce a Octavio Paz. En 1938 parte a Inglaterra a dar un ciclo de conferencias y conoce a Rafael Martínez Nadal, quien luego será una de sus estudiosos. Termina Las nubes y escribe los poemas en prosa de Ocnos. En 1944 un nuevo amor le inspira los poemas de Vivir sin estar viviendo y publica en el Bulletin of Hispanic Studies varios ensayos sobre poesía española; traduce Troilo y Cresida de Shakespeare (1945).
En 1947 se inicia su exilio norteamericano. Tres viejaes a México le hacen desear volver a vivir en una tierra donde se habla el español.
Se establece en México capital en 1952 y se enamora de Salvador Alighieri. A el están dedicados los Poemas para un cuerpo y sus Estudios sobre poesía española contemporánea. En 1959, al fallecer Manuel Altoguirre se ocupa de editar las Poesías completas de su amigo. En 1960 Carlos Barral le publica en Barcelona los ensayos contenidos en las dos partes de Poesía y literatura y el 5 de noviembre fallece en la Ciudad de México y es enterrado pocos días después en España.